Con el incremento del calor los casos de enfermedades diarreicas y deshidratación, alcanzan cifras que superan el 30 %, los cuales afectan con mayor seriedad a los niños menores de 5 años y a los adultos mayores de 60, por lo que las autoridades sanitarias recomiendan a la sociedad extremar precauciones ante los aumentos que se han registrado en las temperaturas.
Para evitar estos riesgos resulta básico cuidar la calidad del agua y de alimentos que se están consumiendo, además de que se debe mantener una especial atención en los grupos sociales antes mencionados.
Las autoridades sanitarias han activado diversas acciones orientadas a evitar estos padecimientos, pero es indispensable que la ciudadanía cumpla con su parte a la hora de consumir alimentos.
En lo que se refiere a las zonas rurales o lugares en los que es difícil contar con agua potable, las caravanas de la salud están haciendo las recomendaciones necesarias, como es hervir el agua y evitar consumir alimentos que despidan mal olor.
También se tiene el peligro y riesgo que representa en los menores el golpe de calor, ya que esto eleva la temperatura corporal por arriba de los 40 grados centígrados, lo que provoca deshidratación severa.
Los niños y adultos mayores corren el mayor peligro por estas condiciones climáticas, ya que su estado físico no está lo suficientemente adecuado para soportar estos embates, lo que resulta ser muy similar a la temporada invernal.
El mayor problema se tiene porque los alimentos suelen descomponerse con mayor facilidad y provocar una infección intestinal, este padecimiento aunado a la pérdida de líquidos, tiene un efecto que puede ser devastador que se acelera con las altas temperaturas ambientales.
La recomendación que se hace finalmente es estar al pendiente de la salud de los niños y adultos mayores, además de tratar de consumir alimentos frescos y en lugares que se aprecien limpios.
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