Sin el agua no es posible ninguna forma de vida. El agua químicamente pura es escasa y difícil de obtener en la naturaleza. En su ciclo hidrológico, disuelve, arrastra y absorbe gases, sustancias minerales, compuestos vegetales y microorganismos que le alteran sus características físicas y químicas originales.
El agua debe ser sanitariamente segura para el consumo humano, por tanto debe estar libre de sustancias venenosas, tóxicas y/o radioactivas, tales como exceso de flúor, selenio, arsénico, boro, nitratos, algas verdes, excesivas cantidades de materia mineral como iones de magnesio, sulfato, calcio, radicales, ácidos y, otros. Para ser agradable a los sentidos, el agua deberá estar libre de color, sabor, olor, turbiedad y tener una temperatura moderada.
El agua para el consumo humano debe cumplir una serie de requerimientos definidos por las normas de calidad existentes al nivel nacional e internacional. La calidad del agua está en relación con una serie de parámetros y estándares físicos, químicos y biológicos fijados por las normas que la regulan. El agua en la naturaleza para cumplir con tales requerimientos por lo general debe ser tratada.
Las fuentes de abastecimiento de agua para consumo humano provienen principalmente de aguas superficiales y subterráneas. Las aguas subterráneas se tratan con cloro y, en este proceso no genera lodos como subproducto. Por el contrario, las aguas superficiales al potabilizarlas generan lodos residuales, los cuales son descargados en la mayoría de los países en desarrollo a los ríos.
Los lodos producidos en el proceso de potabilización están formados por sustancias inorgánicas como arcillas, arenas finas o limos. En el caso de una planta de tratamiento de agua potable de filtración rápida se agregan coagulantes y otros reactivos que dan como resultado que estos lodos contengan también sustancias inorgánicas que fueron adicionadas en el proceso de potabilización del agua. Si bien es cierto, la potabilización del agua es necesaria, por lo que sus procesos están justificados, sin embargo el hecho de que con el tratamiento se contamina también la fuente de agua superficial es una realidad que debe mitigarse.
Los desechos sólidos y líquidos provenientes del proceso de potabilización contienen químicos que fueron utilizados en el tratamiento de filtración para la potabilización del agua y una elevada carga bacteriana. Los efectos inmediatos de esta problemática se reflejan en la alteración de la biodiversidad y en la generación de posibles malos olores que podrían afectar a los habitantes de las comunidades que viven a lo largo de la margen de los ríos impactados.
Las descargas por sus características son cualitativas o cuantitativas. Las cualitativas se distinguen por su color, olor, sabor y turbiedad. En Costa Rica las características cuantitativas están definidas por la Ley 26042-S MINAE y el Reglamento de vertidos, donde se establecen los límites máximos permisibles para el vertido de aguas residuales. En las aguas residuales de tipo especial se debe analizar la demanda bioquímica de oxigeno, demanda química de oxigeno, potencial de hidrogeno, grasas y aceites, sólidos sedimentables, sólidos suspendidos totales y temperatura. Las aguas residuales son aquellas que han recibido un uso y, por tanto, sus características de calidad han sido modificada por la incorporación de agentes contaminantes. Para los efectos del reglamento de vertidos se reconocen dos tipos, ordinario y especial. Agua residual de tipo ordinario es la que se genera producto de las actividades domésticas del hombre, tales como, uso de inodoros, duchas, lavatorios, fregaderos, lavado de ropa y, otros.
El lodo es aquel residuo del tratamiento que se deriva del proceso de potabilización del agua. Por ser tratado, éste contiene Sulfato de Aluminio, hidróxido de aluminio, partículas inorgánicas, coloidales y otros residuos inorgánicos, incluyendo bacterias y otros organismos removidos en el proceso de coagulación.
La Planta de Tratamiento de Agua Potable capta de los ríos o quebradas caudales de agua cruda, sin ningún tratamiento. En la Planta de Tratamiento esa agua captada antes de ser suministrada al consumidor final meta es purificada por medio de reactivos químicos –como sulfato de aluminio e hipoclorito de calcio. Durante el proceso de purificación del agua, son depositadas grandes cantidades de sedimentos –lodos, provenientes de los procesos de sedimentación y filtración, que son vertidos a los ríos o quebradas.
La descarga de desechos favorece la contaminación bacteriana aguas abajo desde el punto de descarga donde se registran altas concentraciones bacterianas. Adicionalmente, hay contaminación por químicos utilizados en el proceso de potabilización.
En conclusión, para contribuir en el mejoramiento ambiental es preciso mitigar la cantidad de desechos sólidos y líquidos provenientes del proceso de potabilización del agua que se descargan a los ríos por medio de la construcción de una Planta de tratamiento que permita minimizar la afectación ambiental y social que se da. Es preciso idear un proyecto que recicle el agua que se utiliza en el lavado de floculadores, sedimentadores y filtros. Es preciso contar con Plantas de tratamiento de desechos sólidos y líquidos para mitigar la contaminación química, bacteriológica, así como el impacto ambiental y social que del proceso de potabilización del agua se produce,
El Pais 09/08/2010
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